¿Qué es la ortodoncia lingual?

Los brackets linguales son un tipo de aparato de ortodoncia que se coloca en la parte posterior de los dientes, frente a la lengua.
Esta colocación los convierte en una opción ideal para las personas que buscan una solución más estética para sus necesidades de ortodoncia.
Los aparatos linguales funcionan de forma similar a los aparatos tradicionales, aplicando una presión suave y continua para desplazar los dientes a la posición deseada con el tiempo.

Ventajas de la ortodoncia lingual

1. Invisibilidad: La ventaja más significativa de los aparatos linguales es su invisibilidad.
   Al estar fijados a la parte posterior de los dientes, no se notan, lo que los convierte en una opción excelente para adultos y adolescentes preocupados por el aspecto de los aparatos tradicionales.

2. Tratamiento eficaz: Los aparatos linguales son tan eficaces como los convencionales para tratar diversos problemas de ortodoncia, como el apiñamiento, el espaciado y los problemas de mordida.
   Pueden tratar movimientos complejos y proporcionan un control preciso del movimiento de los dientes.

3. Personalización: Los aparatos linguales se fabrican a medida para cada paciente.
   Se utiliza tecnología avanzada para crear brackets que se adapten a la forma única de cada diente, garantizando un proceso de tratamiento más cómodo y eficaz.

4. Aumento de la confianza: Con los aparatos linguales, los pacientes pueden mantener la confianza en sí mismos durante todo el proceso de ortodoncia.
   No tienen que preocuparse por el aspecto de los aparatos metálicos en sus interacciones sociales o profesionales.

El proceso de tratamiento con ortodoncia lingual

El proceso de tratamiento de la ortodoncia lingual es similar al de la ortodoncia tradicional, pero implica algunos pasos únicos:

1. Consulta inicial: El primer paso es una consulta inicial con un ortodoncista.
   Durante esta visita, el ortodoncista evaluará los dientes, la mordida y la salud bucal general del paciente para determinar si los aparatos linguales son una opción adecuada.

2. Impresiones y personalización: Si se recomienda el uso de ortodoncia lingual, el ortodoncista tomará impresiones de los dientes del paciente.
   Estas impresiones se envían a un laboratorio especializado donde se crean brackets y alambres personalizados para que se ajusten perfectamente a los dientes del paciente.

3. Colocación: Una vez listos los brackets personalizados, el ortodoncista los pegará a la cara posterior de los dientes con cemento dental.
   Este proceso puede llevar más tiempo que la colocación de brackets tradicionales, debido a la precisión que requiere la cara lingual de los dientes.

4. Ajustes: Son necesarias citas periódicas de seguimiento para ajustar los aparatos y asegurarse de que los dientes se mueven según el plan de tratamiento.
   El ortodoncista apretará los alambres y hará las modificaciones necesarias para guiar los dientes a las posiciones deseadas.

5. Higiene bucal: Mantener una buena higiene bucal es crucial con los aparatos linguales.
   Al estar colocados detrás de los dientes, su limpieza puede resultar más difícil.
   Los pacientes deben utilizar herramientas especiales, como cepillos interdentales y enhebradores de hilo dental, para limpiar eficazmente alrededor de los brackets y los alambres.

6. Finalización: La duración del tratamiento varía en función de la complejidad del caso, pero suele oscilar entre 18 y 36 meses.
   Una vez que los dientes se han colocado en su posición definitiva, se retiran los aparatos y se coloca un retenedor para mantener la nueva alineación.