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La versatilidad de las coronas dentales las convierte en una opción popular para tratar diversos problemas dentales, entre ellos:
El camino hacia una sonrisa revitalizada con coronas dentales suele constar de varios pasos:
1. Consulta: Durante tu visita inicial, tu dentista evaluará tu salud dental, hablará de tus objetivos de tratamiento y determinará si las coronas dentales son la opción adecuada para ti.
2. Preparación: El diente afectado se prepara eliminando una fina capa de esmalte para alojar la corona. A continuación se toman impresiones o escaneados digitales para crear una corona a medida que se adapte a tus dientes naturales.
3. Corona provisional: Mientras se fabrica tu corona permanente, puede colocarse una corona provisional para proteger el diente preparado y mantener la estética.
4. Colocación final: Una vez que tu corona personalizada está lista, se coloca cuidadosamente y se pega al diente preparado utilizando cemento dental. Tu dentista garantiza un ajuste adecuado, la alineación de la mordida y la estética para una integración perfecta con tu sonrisa.
El cuidado de las coronas dentales es sencillo y requiere prácticas regulares de higiene bucal, como cepillarse los dientes, usar hilo dental y revisiones dentales rutinarias. Evitar hábitos como masticar objetos duros o utilizar los dientes como herramientas puede ayudar a prolongar la vida útil de tus coronas.
En DentGEN estamos especializados en tratamientos con coronas dentales diseñados para mejorar la belleza y funcionalidad de tu sonrisa. Nuestro experimentado equipo se dedica a proporcionar una atención personalizada y a ayudarte a conseguir una sonrisa vibrante y segura que dure.
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El plazo para obtener una corona dental puede variar según la situación concreta. En muchos casos, hacen falta dos visitas al dentista para completar el proceso. Durante la primera cita, se prepara el diente, se toman impresiones y se coloca una corona provisional. Las impresiones se envían a un laboratorio dental, donde se fabrica la corona permanente. En la segunda visita, normalmente un par de semanas después, se retira la corona provisional y se pega la corona permanente.
El proceso de colocación de una corona dental no suele ser doloroso porque se realiza con anestesia local para adormecer el diente y los tejidos circundantes. Los pacientes pueden sentir cierta presión o molestias leves durante la fase de preparación de los dientes, pero no debe ser dolorosa. Después de la intervención, puede producirse cierta sensibilidad o molestias temporales, pero normalmente pueden tratarse con analgésicos de venta sin receta.
La vida útil de una corona dental depende de varios factores, como el material utilizado, las prácticas de higiene bucal y hábitos como rechinar o apretar los dientes. Por término medio, las coronas dentales pueden durar entre 5 y 15 años, o incluso más, con los cuidados adecuados. Las revisiones dentales periódicas y unos buenos hábitos de higiene bucal, como cepillarse los dientes y usar hilo dental, pueden ayudar a prolongar la vida útil de una corona dental.
A diferencia de los dientes naturales, las coronas dentales no responden a los tratamientos de blanqueamiento dental porque están hechas de materiales como la porcelana o la cerámica, que son resistentes a las manchas. Si una corona dental se decolora con el tiempo, la única forma de mejorar su aspecto es sustituirla por una corona nueva. Sin embargo, es esencial mantener una buena higiene bucal para evitar que se manchen los dientes naturales circundantes.
Aunque las coronas dentales son duraderas y pueden soportar las fuerzas masticatorias normales, es aconsejable evitar masticar alimentos duros o pegajosos, ya que pueden dañar o desplazar la corona. Además, los pacientes con coronas dentales deben tener cuidado con hábitos como morderse las uñas o utilizar los dientes como herramientas, ya que estas acciones también pueden comprometer la integridad de la corona.
