Un examen dental es un aspecto crucial para mantener una buena salud bucodental. Consiste en que un dentista evalúe a fondo tus dientes, encías y salud bucodental en general. Esta revisión rutinaria puede ayudarte a prevenir problemas dentales, detectarlos a tiempo y garantizar que tu boca se mantenga sana. En este artículo profundizaremos en los detalles de lo que implica un examen dental, sus ventajas y por qué debe formar parte habitual de tu rutina sanitaria.
Un examen dental, también conocido como revisión dental, es una evaluación exhaustiva de tu salud bucodental realizada por un dentista.
Suele incluir varios componentes clave:
Inspección visual: El dentista inspeccionará visualmente tus dientes, encías y boca.
Busca signos de caries, enfermedad de las encías, cáncer oral y otros problemas de salud bucodental.
Radiografías dentales: Pueden hacerse radiografías para obtener una visión detallada de los dientes, las raíces, la mandíbula y las estructuras circundantes.
Las radiografías ayudan a detectar problemas que no son visibles durante una inspección visual, como caries entre los dientes, pérdida ósea o dientes retenidos.
Evaluación de la salud de las encías: El dentista revisará tus encías para detectar signos de enfermedad de las encías, como enrojecimiento, hinchazón o sangrado.
Puede utilizar una sonda para medir la profundidad de las bolsas de las encías alrededor de tus dientes, lo que puede indicar la presencia y gravedad de la enfermedad de las encías.
Limpieza dental: Un higienista dental o el dentista realizarán una limpieza profesional, conocida como profilaxis.
Consiste en eliminar la placa y el sarro acumulados en los dientes, pulirlos y usar hilo dental para eliminar los restos que puedan quedar.
Evaluación de la mordida y la mandíbula: El dentista puede examinar tu mordida y la alineación de tu mandíbula para asegurarse de que funcionan correctamente.
Puede pedirte que muerdas o muevas la mandíbula para detectar problemas como maloclusión o trastornos de la articulación temporomandibular (ATM).
Exploración del cáncer oral: El dentista comprobará si hay algún signo de cáncer oral, como bultos inusuales, llagas o decoloraciones en la boca, los labios y la garganta.
Una de las ventajas más importantes de las revisiones dentales periódicas es la detección precoz de problemas dentales.
Muchos problemas dentales, como las caries, la enfermedad de las encías y el cáncer oral, pueden desarrollarse sin síntomas perceptibles en las primeras fases.
Un dentista puede detectar estos problemas a tiempo, lo que permite un tratamiento rápido y evita que se agraven y sean más costosos de tratar.
La enfermedad de las encías, también conocida como enfermedad periodontal, es una afección frecuente que puede provocar la pérdida de dientes si no se trata.
Las revisiones dentales periódicas ayudan a detectar precozmente la enfermedad de las encías y proporcionan el tratamiento necesario para evitar que progrese.
Esto puede incluir procedimientos de limpieza profunda, raspado y alisado radicular, u otros tratamientos para restablecer la salud de las encías.
La limpieza dental profesional durante un examen dental elimina la placa y el sarro que no se pueden eliminar con el cepillado y el hilo dental habituales.
Esto ayuda a prevenir las caries, el mal aliento y las enfermedades de las encías.
El dentista o higienista también puede dar consejos personalizados para mantener una buena higiene bucal en casa.
El cáncer oral puede ser mortal si no se detecta y trata pronto.
Las revisiones dentales incluyen la detección del cáncer oral, lo que puede aumentar significativamente las posibilidades de éxito del tratamiento.
La detección precoz puede salvar vidas, por lo que las visitas periódicas al dentista son esenciales para la salud general.
La salud bucodental está estrechamente relacionada con la salud general.
Afecciones como la diabetes, las cardiopatías y la osteoporosis pueden tener manifestaciones orales.
Un examen dental puede revelar signos de estas afecciones, lo que da lugar a una evaluación y tratamiento médicos adicionales.
La frecuencia de las revisiones dentales puede variar en función de las necesidades individuales de salud bucodental.
Sin embargo, en general se recomienda visitar al dentista al menos dos veces al año para una revisión rutinaria.
Algunas personas pueden necesitar visitas más frecuentes, sobre todo si tienen antecedentes de problemas dentales, enfermedad de las encías u otras afecciones que afectan a la salud bucodental.
Durante un examen dental, puedes esperar lo siguiente:
Revisión del historial médico: El dentista revisará tu historial médico y comentará cualquier cambio en tu salud, medicación o estilo de vida que pueda afectar a tu salud bucodental.
Examen visual: El dentista examinará tu boca, dientes, encías y lengua.
Utilizará un pequeño espejo y otras herramientas para comprobar si hay signos de caries, enfermedad de las encías y otros problemas.
Radiografías: Si es necesario, el dentista te hará radiografías para obtener una visión detallada de tus dientes y mandíbula.
Las radiografías suelen hacerse una vez al año o cuando sea necesario.
Limpieza: Se realizará una limpieza profesional para eliminar la placa y la acumulación de sarro.
Esto incluye raspado, pulido y limpieza con hilo dental.
Discusión y recomendaciones: El dentista comentará contigo sus conclusiones, te dará recomendaciones para el tratamiento o los cuidados preventivos y responderá a cualquier pregunta que puedas tener.
Citas de seguimiento: Si se detecta algún problema, el dentista programará citas de seguimiento para el tratamiento.
Para mantener una buena salud bucodental entre las revisiones dentales, sigue estos consejos:
Cepíllate dos veces al día: Utiliza pasta dentífrica con flúor y un cepillo de cerdas suaves para cepillarte los dientes al menos dos veces al día.
Cepíllate durante dos minutos, prestando atención a todas las superficies de los dientes.
Utiliza hilo dental a diario: El hilo dental ayuda a eliminar la placa y las partículas de comida de entre los dientes y a lo largo de la línea de las encías.
Conviértelo en un hábito diario.
Utiliza enjuague bucal: Un colutorio antibacteriano puede ayudar a reducir la placa y prevenir las enfermedades de las encías.
Elige uno que se adapte a tus necesidades y sigue las instrucciones de la etiqueta.
Limita los alimentos y bebidas azucarados: Los alimentos y bebidas azucarados pueden contribuir a la aparición de caries.
Limita su consumo y opta por opciones más sanas, como frutas y verduras.
Evita los productos del tabaco: Fumar y consumir productos del tabaco puede provocar enfermedades de las encías, cáncer oral y otros problemas de salud.
Si consumes tabaco, plantéate dejarlo.
Mantente hidratado: Beber agua ayuda a eliminar las partículas de comida y las bacterias.
También favorece la producción de saliva, que es esencial para la salud bucodental.
Visita regularmente a tu dentista: Las revisiones dentales periódicas son cruciales para mantener la salud bucodental.
Aunque no tengas síntomas, la atención preventiva puede salvarte de futuros problemas.
Un examen dental es una parte vital del mantenimiento de una buena salud bucodental y del bienestar general.
Visitando regularmente al dentista, puedes detectar y tratar precozmente los problemas dentales, prevenir las enfermedades de las encías y mantener una sonrisa sana y bonita.
Recuerda que tu salud bucodental es parte integrante de tu salud general, así que haz de los exámenes dentales una prioridad en tu rutina sanitaria.
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